PALAZZO DUCALE VENTURI. MISTERIOS DEL PASADO EN UN AMBIENTE DE ELEGANCIA.

Uno de los mayores placeres de viajar por Europa es redescubrir el viejo continente a través de lugares que han atravesado el tiempo para contar sus historias, recuerdos y secretos. En la región italiana de Apulia, que abarca la península de Salento, no faltan opciones para quienes tienen esa mirada curiosa y abierta a las novedades que puede deparar el pasado. Entre ellas se encuentra el Palazzo Ducale Venturi, una experiencia que supera todas las expectativas.

En el mapa de Italia, el agradable pueblo de Minervino di Lecce se encuentra muy al sur, en el "talón de la bota" y a unos quince kilómetros de la costa adriática. Aquí se encuentra un palacio que ha albergado a varias generaciones de nobles y que ahora es un exclusivo y sorprendente hotel de lujo de sólo 20 habitaciones.

El edificio del siglo XVI, que desde fuera parece un poco lúgubre, se transforma en cuanto se atraviesa el portal arqueado, con su puerta original de madera enmarcada por el escudo de Venturi. En primer lugar, porque la acogida es muy personal, cálida e invita a entrar en la atmósfera única del lugar. En segundo lugar, porque el mobiliario y los objetos de arte hacen del castillo de piedra un entorno puramente acogedor.

La estructura del Palazzo Ducale Venturi se remonta a acontecimientos de gran interés histórico -en su día fue refugio de los templarios y fortaleza medieval-, lo que también contribuyó a que fuera considerado "Residenza d'Epoca e Belle Arti" por la Superintendencia de Patrimonio Cultural. TheInsider ha estado allí, ha comprobado la importancia del lugar y ha conocido historias sobre el palacio que darían para una película o una serie, por su trama romántica y misteriosa.

Cuenta la leyenda que el duque Venturi mantuvo una apasionada relación amorosa con la abadesa del convento cercano e hizo construir un túnel subterráneo, que aún existe, que conecta el palacio con el convento. La relación se prolongó durante años sin que nadie se enterara, hasta que el Duque se enamoró de una novicia napolitana. La abadesa, loca de celos y desconsolada, drogó a la joven y la hizo emparedar viva. También cerró la entrada a la alcoba de los amantes y echó una maldición sobre la habitación: "hic amor mori" (aquí murió el amor).

La puerta de esta habitación se encontró entre los montones de ruinas durante las obras de restauración y está expuesta en el palacio. Pero los huéspedes no deben preocuparse, porque tiempo después se llamó a un obispo para que consagrara el lugar y eliminara todas las maldiciones para que reinen la paz y el amor. De hecho, el ambiente es muy romántico, y lo más destacado es la pequeña y agradable zona de spa subterránea, que en su día albergó un antiguo molino de aceite, y que ahora cuenta con una exclusiva piscina climatizada que se puede reservar con antelación. Incluso las habitaciones son un viaje en el tiempo. Con muchos metros cuadrados, techos enormes y objetos decorativos escogidos a mano, los espacios íntimos invitan a la imaginación.

La sala de desayunos da al jardín, con cítricos y una hilera de columnas adornadas con rosas que conducen a la piscina de agua salada y al bar. Pero antes podemos ver otra joya histórica, el pozo del siglo XIII, el edificio más antiguo de la finca. También fuera del palacio se encuentra la casa de armas, recientemente restaurada para albergar cuatro hermosas suites y dos junior suites, el gimnasio y la zona de bienestar, donde se ofrecen masajes relajantes en la nueva y exclusiva tumbona calentada con sal del Himalaya.

Quienes vienen al Palazzo Ducale Venturi no buscan el dinamismo de un hotel abarrotado; al contrario, esperan la intimidad y los mimos de un entorno único, ofrecido por un personal atento. Hay un verdadero placer en asistir, explicar y cuidar cada detalle para ofrecer a los huéspedes una experiencia completa.

El restaurante del hotel, dirigido por el chef ejecutivo Alessandro Danilo Sbocchi, es otro punto a favor y una visita obligada: "Mis creaciones se basan en mi pasión por el arte culinario y la región de Salento. En cada plato, intento interpretar los sabores, la historia y el alma de nuestro territorio a través de mi experiencia, guiando a la gente en un viaje gastronómico que les sorprenderá", afirma. El menú incluye pasta, risottos, pescados y carnes preparados con maestría, siempre con un toque de creatividad. Entre las opciones, elegimos el delicado áspic de espárragos y castañas con ensalada de la huerta como entrante, la tradicional berenjena a la parmesana presentada a la perfección como plato principal y, de segundo, optamos por la lubina al horno, sabrosa y en su punto. De postre, el chef nos ofreció una imaginativa y deliciosa macedonia de frutas.

Cabe recordar que, como los castillos que siempre ha sido, el Palacio sirve de base estratégica para llegar a otros puntos de gran interés histórico y cultural, como las ciudades de Lecce y Otranto, o de palpitante naturaleza, como el faro de Punta Palascia y la Grotta della Poesia.

Cinco siglos de historia nunca han sido tan acogedores como en el Palazzo Ducale Venturi, un lugar perfecto para descubrir las maravillas del Salento con gran elegancia y veracidad.

FacebookInstagram
X